La isquemia crítica de extremidades es una condición grave que ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una pierna o un brazo se reduce de forma significativa, normalmente a causa de una obstrucción arterial. Esta falta de circulación pone en riesgo la viabilidad del tejido y, en los casos más severos, puede derivar en la pérdida de la extremidad.
Principales causas
La isquemia crítica suele estar asociada a enfermedades arteriales como la arteriosclerosis, que produce el estrechamiento de las arterias por acumulación de placa. También puede desencadenarse por coágulos o embolias que bloquean de manera brusca el flujo de sangre.
Síntomas de alarma
Algunos de los signos más frecuentes que deben ponernos en alerta son:
- Dolor persistente incluso en reposo.
 - Aparición de úlceras o heridas que no cicatrizan.
 - Sensación de frialdad en la piel de la extremidad.
 - Dificultad creciente para caminar.
 
Detectar estos síntomas de manera temprana permite actuar antes de que la situación se agrave. Para confirmar el diagnóstico, los especialistas recurren a pruebas de imagen como la angiografía, que facilita la localización exacta de las obstrucciones.
Importancia de la detección precoz
La identificación temprana de esta enfermedad es clave para preservar la extremidad y mejorar la calidad de vida del paciente. Consultar a un cirujano vascular ante cualquier señal de alarma puede marcar una gran diferencia.